Después del perro se podría decir que el caballo es uno de los mejores amigos del hombre, y a pesar de no superar la inteligencia del perro, son unos maestros en captar el nivel energético de las emociones.
Ellos responden a nuestro tono de voz con gran precisión, son capaces de recordar personas y experiencias durante años, diferencia adultos de crías, reclama la ausencia de algún amigo o bien puede mostrarse apático hacia una persona, animales, algún tipo de actividad que no le agrade u objeto.
Una de las características de los caballos es que son compañeros de sus amos, siempre y cuando reciban un trato justo y merecido, si logramos esto, nuestro caballo será un compañero incondicional que nos cuidará permanentemente y estará pendiente de todo lo que nos pueda suceder.